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Cabanillas del Campo es un municipio y localidad española de la provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
El término municipal, encuadrado en el eje industrial del Corredor del Henares, tiene una población de 11 034 habitantes (INE 2023). La localidad, muy próxima a la capital provincial, es una de las poblaciones que en los últimos años registra un mayor crecimiento poblacional en toda la provincia.
Cabanillas responde al diminutivo medieval de cabañas, entendidas como las pequeñas casillas rústicas y toscas donde se resguardaban los pastores, si bien Cabanillas era un lugar, como otros de alrededor de Guadalajara, donde los lugareños dedicados al pastoreo tenían sus cabañas. El apellido del Campo responde a la pertenencia de Cabanillas a la sexma del Campo dentro de la comunidad de villa y tierra de Guadalajara.
Integrado en la comarca de La Campiña de Guadalajara, se sitúa a 7 kilómetros del centro de la capital provincial. El término municipal está atravesado por la autopista radial R-2 (Madrid-Guadalajara), por la autovía del Nordeste (A-2), por la autovía autonómica CM-10, que sirve de circunvalación norte y oeste de la capital, por la carretera nacional N-320, entre los pK 292 y 298, y por las carreteras autonómicas CM-1007, que conecta con la capital, y CM-1008, que conecta con Alovera y Marchamalo.
Los escasos datos que se conocen de Cabanillas tiempo atrás se remontan hacia el siglo ix. Lo que si está más claro, a entender por el nombre del lugar, es que se trataba de una pequeña agrupación de cabañas, posiblemente no fijas, habitadas, o simplemente usadas, por agricultores y pastores.
Con la conquista cristiana de Guadalajara en el siglo xi por parte de las tropas de Álvar Fáñez al servicio de Alfonso VI, el lugar de Cabanillas pasa a formar parte del común de la villa de Guadalajara. Continúa siendo un pequeño lugar de refugio del pastoreo de la campiña como otros tantos de la comarca. En 1432, Juan II de Castilla cede al Marqués de Santillana varias aldeas, incluida Cabanillas, como pago a sus servicios en su guerra frente a los infantes de Aragón, y en 1502, Pedro Hurtado de Mendoza, hijo de Santillana, fundó próximo a Cabanillas, en el lugar de Benalaque, un convento dominico, que a mediados de siglo fue trasladado a Guadalajara y en el cual ingresó un joven Bartolomé de Carranza. En 1627 el pueblo compra la jurisdicción de villa a Felipe IV y en 1873 se le incorpora el lugar de Valbueno.